La familia representa uno de los pilares más importantes de un ser humano, donde cada integrante cumple un rol ante la sociedad, a su vez, está formada por un conjunto de valores, que contribuyen a edificar el sentido de pertenencia de grupo familiar, y fomentar el respeto ante las diferencias de cada persona. Sin embargo, cuando se experimenta la pérdida por muerte inesperada de uno de los integrantes, suele desequilibrar las estructuras del hogar edificado. 

En el caso de padres y madres que han perdido a sus hijos, el dolor que experimentan es incomparable y cuando las estructuras se desestabilizan la familia no vuelve a ser la misma, por la ausencia y los recuerdos de esa persona que ya no está. Es por esto que cuando los afectados por duelo de muertes inesperadas en este caso padres que han perdido hijos, transitan dicho proceso, el apoyo familiar en fundamental para la recuperación de la persona. 

Por ende, en el sistema familiar, cada pariente sufre el duelo de la partida de esa persona especial, porque todos se enfrentan a una reorganización de estructuras, un nuevo significado familiar, las emociones negativas que puedan surgir, así como también en el funcionamiento de los roles. 

Para ser más específicos, durante el proceso de duelo la persona que sufre, busca sentirse acompañado, comprendido, tener a alguien con quien expresar tus sentimientos, así como también el contacto físico a través de abrazos; por lo tanto, es importante actuar a través de la empatía, es decir, en el sentido de colocarse en los zapatos de la otra persona, escuchar lo que está sintiendo. 

Continuamente, es importante evaluar las palabras que se le dicen a la persona que está transitando el duelo, a veces la familia puede actuar desde el miedo, y decirle a una persona que pierde a un hijo palabras como “cálmate”, “lo superarás”, “no llores”, entre otras. Sin embargo, se pueden emitir frases como: “Aquí estoy para acompañarte en tu dolor”, “Comprendo tus emociones, no las reprimas” “es natural lo que estás sintiendo”. 

Cabe destacar que, ante el proceso de duelo, el apoyo familiar es importante, ya que el padre o la madre se enfrenta a la adaptación de la ausencia de su hijo o hija, y si hay otros hijos se enfrentan a la adaptación de la ausencia de su hermano o hermana. Es por esto, que más allá de encontrar una solución, a veces solo se necesita “acompañar” y “escuchar” a esa persona.